jueves, 13 de agosto de 2015

Capítulo 3

Llegué a casa empapada, me descalcé nada más pisar la entrada, mi madre me miró algo sorprendida.
- Madre mía... Como te has puesto. Ve a cambiarte ya. Y limpia el agua que dejes por la casa.
- Bueno, vale.- reproché.
Subí las escaleras dejando huellas en el suelo, y me sequé el cuerpo con una toalla. Me cambié la ropa, por mi pijama de flores, y me peiné. Después limpié todo el agua y me metí en Twitter. Iba a buscar el nombre del chico qué me había besado bajo la lluvia, creo que se llamaba Nacho y tenía 16 años. No recuerdo que haya ningún Nacho en mi instituto y menos en bachillerato. Así que busqué ''Nacho'', era algo imposible de que me saliera, busqué unos cuantos y nada, ninguno era como él. Publiqué un tweet por puro aburrimiento cuando de repente me puse en el perfil de Melany, nosé ni como, me fijé en los seguidores y había un tal: @NaachooGonz, me metí por curiosidad. Vale, era él. Empecé a cotillear su perfil. Y me fijé en su último tweet: ''Hace unos minutos he estado al lado de una princesa, preciosa. Me he llevado un buen beso bajo la lluvia.''  Está vez sí que estaba flipando en colores, pero ¿qué narices decía este chaval? Mañana le preguntaría a Melany si sabe algo de este chico... De repente me acordé de la llamada de este mediodía, la de ese chico misterioso que decía que yo le gustaba. No tenía casi pistas, la única era que iba al mismo instituto que yo, pero quizás era una broma; vamos a vivir con esa posibilidad.

A la mañana siguiente me desperté a buena hora, eran las 07:00, así que tenía unos cuarenta minutos para mi. Me cogí una camiseta del Double Agent y unos shorts oscuros, y la toalla para ducharme al menos el cuerpo. Una vez acabé bajé a desayunar.
- Buenos días mamá. ¿Qué hay de desayuno?
- Hola, cariño. Pues tienes casi lo de siempre: huevo frito, tostada, jamón dulce y queso. Y hoy de beber te he preparado un café así te despiertas de una vez.
- Ya veo...


Tenía muy buena pinta, empecé a comer. Al terminar ya eran las 07:37. Me puse unas sandalias blancas y me despedí de mi madre. Me dirigí hacía el instituto. Tenía ganas de preguntarle algo sobre ese tal Nacho a Melany, pero al llegar sonó el timbre al instante, así que lo tenía que dejar para más tarde; empezaron las clases de matemáticas con un profesor que se llama Martín. Luego la clase de gimnasia que me dio una pereza tremenda. Y por fin el recreo. Vi a Melany salir hacía afuera con un bocata de queso, me acerqué a ella algo deprisa y la detuve tocándole el hombro.
- Melany, ¿tienes un momento?- pregunté.
- Claro, ¿vamos al banco de al lado del mini bosque?
- Okey.
Nos dirigimos las dos comiendo nuestro bocadillo y nos sentamos en el banco al lado de un árbol. Nuestro instituto tenía como un pequeño bosque detrás, que se podía ir ya que formaba parte de nuestro patio. La verdad me gustaba bastante, no solía ir nadie.
- Y bien, ¿que querías?- me preguntó mientras se bebía un sorbo de agua.
- Bueno, pues, ¿conoces algún Nacho?
- Emm... - dudó un momento.- Ah, sí, claro.
- ¿A cuantos?
- Solo conozco a uno, ¿por?
- Es que ayer creo que me lo encontré.
- ¿Sabes si se llama Nacho González?- me preguntó algo sorprendida.
- ¡Sí! Ese es.
- Pues claro que le conozco. Es majo. Voy con él a clases de inglés cada jueves por la tarde. ¿Pasa algo?
- Anda, no lo sabía.- dudé si contárselo o no. Al final se lo tuve que explicar.- Verás. Ayer por la tarde iba a comprar el pan. Como llovía me resbalé y ese tal Nacho me cogió para que no me cayera.- asintió.- Y luego... me besó.
- ¿¡Cómo!? ¿Te be... besó?
- Sí... nosé porqué. Me dijo algo de que tenía 16 años y su nombre.
- Madre mía. Será gilipollas.
- ¿Porqué?
- Porqué ayer me dijo que había encontrado a su amor. Flipa, tía.
- ¿Qué? ¿O sea, a mi?
- Supongo que sí... 

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