miércoles, 12 de agosto de 2015

Capítulo 2

Estaba en plan: LOL. Vale, diciendo lo de ''LOL'' parezco imbécil, pero ¿que más da? Lo primero es que estaba flipando, ¿cómo que le gustaba?
- ¿Es una broma, no? - dije mosqueada.
- Claro que no. Si a partir de ahora cada día te veré.
- Pues dime quién eres, porfa vor.
- No.
- No me dejes así, venga.- insistí.
- Que no.
- Tú te lo pierdes.
De repente sonó el pitido. Me había colgado, ¿quién narices se creía que era? Pues ya tengo algo que investigar, será posible, si es que a veces no pienso. Llamé a mi madre.
Al llegar a casa, dejé mi mochila en la entrada. No habían puesto deberes, que suerte. Tenía la tarde libre, ¡bien! Había para comer ensalada césar. Empecé a comer, la verdad es que estaba buenísima, mientras le iba contando como me había ido el primer día, que no ha estado mal, si no contamos con la misteriosa llamada. Terminé de comer. Llevé el plato al lavavajillas y me cogí un yogurt natural de la nevera. Me lo comí. Al terminar, me fui a lavar los dientes en el baño de la planta de arriba, donde estaba mi habitación. Hacía las cinco empezó a llover suavemente. Salí afuera, hacía un poco de frío a pesar de ser septiembre. Decidí ponerme unos jeggins. 
- ¡María! - era mi madre, que gritaba desde el salón.- Cariño, ¡baja!
- Voy. - dije mientras bajaba las escaleras.
- Ve a la panadería a comprar pan para mañana, porfa vor. Dos barras.
- ¿Tengo que ir ahora? - pregunté.
- Sí.
- Pero si esta lloviendo, y ahora, con más intensidad... - dije mientras observaba la lluvia desde la ventana.
- Porfa vor, María. Coge el paraguas plegable.
- Bueno, vale. Da igual, voy sin paraguas, me apetece mojarme, aunque haga algo de frío.
- De acuerdo... coge el dinero, está en la mesa, pero abrígate.
Asentí. Subí a mi cuarto y me puse mi cazadora de cuero, que tenía unos dos años, y unas botas de agua, que me regalaron mis primos. Guardé el dinero en el bolsillo de la chaqueta. Y me dirigí a la panadería. Llovía bastante. Tenía que darme prisa, quería conectarme ya al Instagram o twitter, así que empecé aumentar mi paso. Sin darme cuenta, me resbalé, no se ni como. Estaba punto de caer cuando unos brazos húmedos me cogieron por la espalda y me sujetaron. Era un chico. Me cogió de los hombros y me besó, allí en medio de la calle. Estaba en plan shock, si no lo conocía de nada. Me miró con una intensa mirada gris.


- Perdona, pero es que creo que eres preciosa.- sonrió.- ya nos veremos. Me llamo Nacho; 16 años. Bueno, tengo que irme, adiós.
Iba a decir algo, pero mi corazón se paralizó por unos segundos. Le seguí con la mirada mientras se iba calle arriba medio corriendo. Pues nada, otro misterio extraño, tenía que saber de que me conocía, y más, ¿porqué me había besado? Dejé de darle vueltas, y me dirigí hacía la panadería.
- Hola, guapa. - saludó la panadera al verme pasar.
- Hola, em... - dudé si me había pedido una o dos barras, al final decidí coger dos, por si acaso.- Dos barras normales.
- Vale, espera un momento.
- Okey.
Sacó las dos barras de la cesta y me las puso en una bolsa para panes.
- Aquí tienes, ¿algo más?
- No.
- Serán dos euros.
Le pagué y fui corriendo a casa, tenía algo de frío después de lo que había llovido, y yo, como tonta que soy sin paraguas.

2 comentarios:

¿Qué te parece esta novela? Dame tu opinión con un comentario :)