- ¿Eso es un no?
- Claro que no. Solo que por ahora necesito tiempo, al menos para arreglarlo con ella.
- ¡Claro! El que necesites.
- Muchas gracias, eres el mejor.- le abracé.
Eran las ocho menos cuarto, ¡me tenía que ir! Así que me despedí y le di un pico de despedida. Cada uno nos fuimos por un camino diferente.
Llegué a casa, y saludé. Me fui a dar un baño y me puse mi pijama. Me caía genial Nacho, era muy buen chico. Bajé a cenar a las nueve y subí arriba a chatear por el WhatsApp. Aunque hubo algo que me llamó la atención. Mientras miraba mis contactos me fijé en el de Melany, no tenía foto de perfil, ni estado. Le di al contacto. No salia nada; le envié un ''Hola'', no le llegaba el mensaje, osea, me había bloqueado. Genial, seguro que el lunes pasaría olímpicamente de mi. Tampoco es mi culpa que le guste a Nacho... en todo caso debería ser culpa suya. Pasé del tema y me metí en twitter y Instagram, para ver novedades. Prendí la música de mi altavoz Bits y mientras escuchaba Y qué? de Axel, empecé hacer deberes que me habían mandado el viernes. Los terminé. Eran las doce, avisé a mis padres de que me iba a dormir ya. Cerré los ojos para esperar al día siguiente.
Me desperté con una radiante luz del sol que atravesaba el cristal de mi ventana, eran solo las seis. Había dormido seis horas, aún así no tenía sueño. Decidí salir a correr. Me puse mi ropa de deporte de verano, mis Roshe Run y mi móvil con auriculares para escuchar música.
Al volver eran las siete y media. Me pegué una buena ducha y me vestí. Después de desayunar empezó a sonar mi móvil, lo cogí y vi quién era: número privado, ¿otra vez? ¿Sería aquel chico? Lo cogí.
- ¿Diga?
- No puedo evitarlo. Me sigues gustando, por favor, ¿nos podemos ver hoy a las cinco en la plaza del pozo?
- No se quién eres. Deja de molestarme.
- Porfa vor te esperaré allí.
- Me has estado llamado tres veces, te he pedido a las buenas que me dijeras quién eras y ahora me vienes con esas. Que te jodan.
Colgué. ¿Quién se creía que era? Que no soy gilipollas, vamos a ver. Hoy no tenía nada que hacer. Decidí enviar un WhatsApp a Anaís: ''Meja, ¿puedes quedar a la once delante de tu casa? Es urgente, quiero hablar contigo.'' Al cabo de unos diez minutos me contestó: Por supuesto. Espérame a esa hora enfrente de mi casa, porfa, un beso amor.''
Ya eran las once, me acerqué a su casa y salió, me dio un abrazo. Nos fuimos a la playa para hablar, como siempre. Nos mojamos los pies sentadas en una tarima.
- Bueno, quería decirte varias cosas. ¿Sabes quién es Nacho, no?- abrí la coversación.
- Claro.
- Pues, creo que me empieza a gustar...
- ¿¡Qué!? ¡Repítelo!
- Pues, eso, que creo que me gusta, nosé.
- Pero tía, a Mel le gusta Nacho... ¿no?
- Sí... pero no se como he caído así...- hice una pausa.- a parte de eso, es que me están llamando hace días un chico misterioso que dice que le gusto, y que va al mismo instituto que yo.
- Anda, creo que se quién es.
- ¿¡A sí!?
- Sí. Creo que es Joel, tu compañero de mesa.
- No me jodas, ¿y como lo sabes?
- Es evidente, el otro día le pillé llamándote en la azotea y diciendo algo estilo: ''Me sigues gustando y haré lo que sea por conseguirte...'' dijo esto, creo...
- Pf... que asco. Encima esta tarde me ha dicho que me esperaría en la plaza del Pozo.
- ¿Enserio? Joder.
- Y no es solo eso. Sino que Melany pasa de mi, y creo que es por lo de Nacho.
- Mira, cada uno tiene el poder de escribir su propio destino, me explico, tú ¿qué quieres hacer?- me miró seria.
- ¿Cómo qué, que quiero hacer?
- Haber, me refiero que quieres hacer ahora.
- Olvidar todo lo que ha pasado.
- Pues tengo una idea, hablaré con Melany, ¿te parece?
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